Add parallel Print Page Options

25 Cuando entró a ver a su amo, Eliseo le preguntó:

―¿Dónde has estado Guiezi?

―En ninguna parte —respondió.

26 Pero Eliseo le dijo:

―¿No comprendes que, con mi pensamiento, yo te estaba acompañando cuando Naamán descendió de su carro para encontrarse contigo? ¿Es tiempo de recibir dinero, ropa, olivares, viñedos, ovejas, bueyes y criados? 27 Por cuanto has hecho esto, la lepra de Naamán se te pasará a ti, a tus hijos, y a los hijos de tus hijos para siempre.

Tan pronto dejó a Eliseo, la piel de Guiezi se volvió completamente blanca, debido a la lepra.

Read full chapter